lunes, 11 de noviembre de 2019

"Te diré que estoy vivo", nueva novela

"Todo lo que se le puede pedir a un día de muertos es que haga sol. Para bajar a un parque y sentarse en un banco a recordar a los que ya no están. Recordarlos frente al sol. No en cementerios. Escucharlos sonreír y opinar sobre la vida. Cerrar los ojos. Dejar que se sienten".

(Ana Milán) 



A falta de pocas horas para llegar al día D, quiero escribir cuatro líneas sobre la publicación de mi nuevo libro. Por que este 13 de noviembre (por si no os habéis enterado) estará disponible en todas las librerías la novela Te diré que estoy vivo.

Esta es una historia de sacrificio y de superación... qué va, es broma. Aunque como dicen, cada broma tiene algo de broma. Pero sí que hay mucho trabajo detrás de esta publicación. Antes, durante y a buen seguro que después. 
La idea surge de una de mis esporádicas y clandestinas visitas al cementerio, frente a la tumba de mi abuelo, que ahora me sonríe desde una fotografía mientras escribo estas líneas. Allí, con la cabeza en las nubes y muchas dudas por resolver, pensé "¿y si se pudiera entrar dentro?" (sí, dentro de la tumba me refiero). Pues como soy un poco cabezota y casi nunca me puedo quedar con la duda, aquello qué sucedería si lo hiciera lo podréis leer en el interior de este libro.


Portada, obra de Gemma Capdevila.


A grandes rasgos, éste es el antes. El durante se forma de muchas tardes-noche pegado al teclado y a un desordenado blog de notas a modo de pizarra con "posits" y chinchetas. De tardes frente al mar, de salidas a ciudades, museos y algún que otro cementerio. Y mucha, mucha disciplina para poder conseguir que aquella idea surgida junto a mi abuelo, se convirtiera en poco más de un año en una historia de 276 páginas, editada con un gusto exquisito de la mano de Cáprica ediciones, a quién agradezco por mil haberse cruzado en mi camino. La portada, envoltorio esencial a mi entender para una novela, es obra de la fantástica Gemma Capdevila. Y digo fantástica en todo su conjunto, sus lápices y acuarelas se mueven por arte de magia. 
¿Y qué sería de un libro sin un buen prólogo? Pues atentos que este, al igual que todos mis anteriores libros, también lo tiene. Y del mismo modo que en los anteriores es obra de una mujer, una gran mujer. A ella le debo la cita que abre esta publicación y lo que le sigue en las primeras páginas del libro. Grande Ana Milán, puro sentimiento y corazón. Y un honor muy grande para mí contar con sus palabras para presentar esta historia.


Contraporta de "Te diré que estoy vivo".


Esto, junto a la infinidad de mensajes, correos y llamadas con mis editores; junto a los trabajos de corrección de textos y de darle algunas vueltas a la trama; de proyectar hasta de madrugada para ver por fin lo creado hecho realidad; de mucho de Dalí, de algo de Picasso y de muy poco de Miró; es, de una manera resumida, el durante.
Ahora viene el después, hoy futuro pero en pocas horas presente. Y aquí es donde entráis vosotros, no os he citado aquí solo para soltaros el rollo. Tenemos editorial, que ha editado un libro precioso. Tenemos distribuidora, con capacidad para llegar a cualquier librería (y si no lo encontráis, no os de cosa, pedidlo). Tenemos lectores, no tengo la menor duda. Más que lectores, amigos. Os pido, y esta es la misión encomendada, que colguéis fotos, etiquetas, opiniones... Esto, que parecerá algo sencillo, en ocasiones no lo es tanto, y hace que una publicación sea visible y que crezca un poquito más cada día. A todos los que lo haréis os lo agradezco de antemano.
Tengo ya muchas ganas de que vayan pasando los días e ir conociendo vuestras impresiones. Espero haceros pasar un buen rato de lectura con esta novela, ya veis que no son grandes pretensiones. Aunque si os emocionáis un poco, pues mejor que mejor y así ganamos todos.  

Y lo dicho, a partir de este miércoles 13 de noviembre os invito a pasar unos días en un lugar secreto. Si os preguntáis dónde está y cómo se accede a su entrada, dejaros llevar, quizás estéis mas cerca de lo que habríais imaginado.

Bienvenidos a Ciudad Recuerdo...