martes, 17 de enero de 2017

De Davids, Goliats y libros autopublicados




"La literatura independiente está luchando de la misma manera que David luchó contra Goliat, haciéndose sitio entre las grandes editoriales. En esa lucha desigual, uno usó su honda para acabar con el gigante y otros usan las redes para hacerse ver. La literatura independiente debe ganar su batalla y las librerías tenemos que estar con ellos".


(Manuel Calero, librero de "Librería Alejandría")



Quiero dejar claro que esta no es una publicación a modo de queja ni reivindicativa, es una publicación que quiere invitar a la reflexión y a ver el panorama literario actual de otra manera. Desde otro punto de vista, desde el punto de vista de los lectores que quieren acceder en sus librerías de confianza a literatura independiente. Literatura que no ha pasado los "filtros" de una gran editorial.

Durante más de un año he recorrido decenas de librerías (y enviado decenas de correos) con la intención de distribuir mi libro, Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café, un libro autopublicado que carece del respaldo de una editorial. Entrar a "puerta fría" con tu maleta llena de libros y presentarte junto a tu obra autopublicada no es tarea fácil. Las autopublicaciones de pésimo gusto y mala calidad han hecho que de primeras la propia palabra suene a falta de profesionalidad. De ahí que muchos libreros tengan el NO por bandera cuando se pronuncia la palabra clave:

-Autopublicación.
-NO.

Pensemos un momento en algunos de los escritores que editaron y publicaron sus propios escritos en momentos puntuales de su carrera. Virginia Wolf, Mark Twain, Stephen King, Ernest Hemingway, Lewis Carrol, Edgar Allan Poe, Alejandro Dumas, Marcel Proust,... casi nada, ¿verdad? Con la política actual de algunas librerías que vetan este tipo de publicaciones nos habríamos perdido obras que han marcado nuestras vidas. Y aclaro que no es la intención reivindicar mi obra, y mucho menos marcar vuestras vidas como lo hicieron  estos grandes escritores. Lo único que busco es enfriaros algún que otro café, con esto ya me doy por satisfecho.

El motivo principal por el que se decide no vender este tipo de libros es, principalmente, el de la distribución. Los libros autopublicados tienen un solo distribuidor que a la vez hace de editor y en su momento de escritor. Actualmente, una misma distribuidora suministra a la librería publicaciones de varias editoriales con lo cual si decidieran trabajar con autopublicados el volumen de albaranes y facturas se multiplicaría (los libros autopublicados tienen difícil acceso a este tipo de distribuidoras). Visto desde el punto de vista del librero, es entendible. Pero recordemos que el librero se debe al lector, o debería ser así, y de esta manera lo están privando de conocer nuevos autores y obras que no cuentan con el apoyo editorial. 


Expositor "Llibreria Laie - CCCB"


Por experiencia propia sé que se puede, actualmente mi libro está disponible en más de una veintena de librerías de toda España, gracias al buen oficio de estos libreros. En muchas de ellas está expuesto en la misma mesa que libros de conocidas editoriales, sin prejuicios ni exclusiones de ningún tipo. Simplemente bajo el criterio de los propios libreros, que han leído y valorado la obra  (texto, calidad de edición y diseño) para saber si merece estar ahí. Ellos saben de sobra lo mucho que se lo agradezco. El mundo editorial está "condicionado" de esto no hay duda, no siempre se vende lo que es bueno, sino lo que el editor cree que se va a vender, independientemente de la calidad de la obra (me refiero a casos puntuales, para nada es un valoración general). Con esto quiero decir que comprar un libro que luzca en su lomo un sello editorial no es garantía de nada. Pensemos en otro tipo de artistas, pintores por ejemplo. ¿Os imagináis a Dalí o Picasso condicionados por un sello editorial, siguiendo sus directrices? Punto para los libros autopublicados. La autopublicación permite una mayor libertad para crear, sin directrices ni pautas a seguir para encajar en colecciones editoriales.

Reflexionen pues, amigos libreros, en este tema. Valoren la opción de incorporar algún libro autopublicado a sus estanterías (no tiene que ser el mío, repito), denle el gusto a sus lectores aunque esto conlleve un poco de trabajo extra para su librería. No pido que David venza a Goliat, ni mucho menos. Solo pido que se conozcan, olviden sus diferencias y puedan andar de la mano.

Eso es todo.









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