miércoles, 30 de mayo de 2018

"¡Señorita, un respeto!"

A raíz de la polémica generada por una supuesta humillación del cantante Pau Donés hacia una fan, cuando ésta le pedía un selfie, llevo todo el santo día con ganas de escribir este artículo de opinión. De una opinión personal y sentida.

Os detallaré la secuencia paso por paso y podréis haceros una mejor idea a través de las fotos y este vídeo que os adjunto.




Pau Donés cantaba, en un concierto de porte íntimo en Los Cabos (México), una canción muy emotiva para él, pues la escribió en uno de los momentos más duros de su vida. Justo en ese instante se acerca una muchacha que va directa a la parte baja del escenario, sola, y levanta la mano como diciendo "¡oye, Pau, mírame que nos vamos a echar un selfie" (me la sopla lo que estés haciendo y para cuanta gente estés cantando, es más, me la sopla si interrumpo o rompo la magia del momento). Luego el cantante, que reflexiona unos segundos ha parado el concierto con estas palabras, de una manera entrecortada:

"¡Señorita, un respeto! ¿No? Estamos cantando. No le sepa mal pero... váyase, no nos haga más fotos, gracias. Tiene ya bastantes, ¿no? Estamos cantando para la gente, no para ustedes. Y ya está. ¿No? Entiendo que se quiera hacer fotos con nosotros, pero que esto es un concierto. No le sabe mal, ¿no? Muchas gracias".

Pues parece que sí le ha sabido mal a la muchacha. A ella y a mucha otra gente que ha tachado al vocalista de Jarabe de Palo de prepotente por su comportamiento con la fan. 

Y aquí viene mi opinión personal. La opinión personal de alguien que ama el arte y respeta a los artistas por encima de todo. He visto al gran Josep Maria Pou, salirse de su personaje Sócrates para dar un toque de atención al público que dejaba sonar sus móviles en mitad de la función. He visto a una señora tardar medio minuto eterno (en una sala Villarroel llena) para coger su teléfono del bolso que no dejaba de sonar a toda castaña y salir de la sala al grito de "¡estoy en el teatro, espera que no puedo hablar". Me pone de mala leche que el del asiento de mi lado encienda el móvil, mire la hora o el whatsapp y que me deslumbre con la lucecita. Son dos horas, dos horas sin hacer el cafre con el móvil. No creo que sea pedir tanto. Amo el arte, ya os lo he dicho. Quizá sea un bicho raro, pero hay cosas que no veo que sean normales. Sobrepasan la barrera del respeto.

Es por esto que al ver las críticas hacia Pau Donés, he querido ver el vídeo. Y aunque se pueda sembrar la duda de lo que se permite o no en un concierto de este tipo, creo que una actitud como esta no procede. ¿Os imagináis la misma escena mientras Pavarotti entona el Nessum Dorma, cantando en Turandot? ¿O que justo en el momento en que Picasso pintaba el hocico del caballo del Guernica alguien de manera efusiva le exigiera un selfie? ¿Os imagináis el brochazo? Yo tampoco. Y si alguno de vosotros veis esto normal, hacéroslo mirar, todavía estáis a tiempo.

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